El Perfeccionamiento de los santos para la obra del ministerio

EL PERFECCIONAMIENTO DE LOS SANTOS PARA LA OBRA DEL MINISTERIO

Leer con oración : Ef 1:23;Col 1:24

"A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del Cuerpo de Cristo"(Ef 4:12)

Cuando permanecemos en la esfera doctrinal tenemos la tendencia de sólo hablar de las verdades, pero no de practicarlas. Esto nos deja con una "cabeza" muy grande y un cuerpo "raquítico", que no es lo normal. En una situación normal, la cabeza, el tronco y los miembros son proporcionales y se desarrollan normalmente.

Juan se propuso aplicar la epístola de Pablo a los efesios en la iglesia en Éfeso misma. Como resultado, un grupo de personas de allí fue perfeccionado para la obra del ministerio. Ciertamente, allí había apóstoles, profetas y evangelistas perfeccionando a los hermanos para que sus dones se convirtiesen en ministerios. Hemos resaltado bastante el perfeccionamiento de los santos para la obra del ministerio y vimos que en toda la Biblia el ministerio tiene tres aspectos, tres grandes grupos: el primer grupo o el primer aspecto, es el ministerio de la Palabra, que es el más importante. No todos tienen ese ministerio, porque para eso existe la necesidad de varios requisitos.

Otro aspecto es el ministerio de los servicios, entre los cuales, de acuerdo con Efesios 4, están los pastores y maestros. Por un lado, son ministros de la Palabra pero sirven en la iglesia. Hay muchos aspectos del servicio de la iglesia, como por ejemplo, el servicio de limpieza del local de reuniones, que por el ejercicio continuo y la gracia recibida se convierte en nuestro ministerio. tocar el piano o el teclado es un don; a medida que cierto hermano use este don en la vida de la iglesia recibirá más gracias hasta que también se convierte en un ministerio. Esto se aplica a todos los servicios de la iglesia en nuestra ciudad y en nuestras conferencias: alimentación, recepción, sonido, seguridad, etc. Los que nos sirven durante las conferencias no lo hacen sólo con sus dones, pues, por el hecho de haberlos ejercitado continuamente lo hacen como un ministerio.

El tercer aspecto es el ministerio de las ofrendas de riquezas materiales. En cuanto al ministerio de la Palabra, hay requisitos que no todos pueden cumplir. En cuanto al ministerio de los servicios vemos que es más amplio, pero aún así ni todos pueden participar, sea por falta de tiempo o capacidad física. Sin embargo, en cuanto a las ofrendas de riquezas materiales, es un don que todos podemos ejercitar continuamente asta que se convierta en nuestro ministerio.

De esta manera, Juan tomó las palabras de Efesios 4 y las aplicó en la iglesia en Éfeso, para que fuese practicando y se hiciesen reales para ellos, con miras al perfeccionamiento de los santos para la obra del ministerio, cuya meta es la edificación del Cuerpo de Cristo. Aunque el Cuerpo de Cristo sea la iglesia (Col 1:24;Ef 1:23), Pablo nos dice: "para la edificación del Cuerpo de Cristo", indicando que es algo orgánico, que tiene relación con la vida. El perfeccionamiento de los santos para la obra del ministerio tiene como objetivo la edificación del Cuerpo de Cristo.

Para la edificación del Cuerpo de Cristo necesitamos tener más experiencias con Cristo, permitir que reine en nosotros y nos envíe para cooperar con Él en la obra de expansión de su reino en la tierra. Por el ejercicio de nuestro ministerio, experimentamos y disfrutamos a Cristo y así lo conocemos más: cuanto más ejercitamos el ministerio de la Palabra, de los servicios y de las ofrendas de riquezas materiales, más gracias nos es añadida y nuestro ministerio es más profundizado y obtiene más peso y autoridad espiritual.

En 2 Coritintios 2:14 Pablo nos habla de fragancia que procede del conocimiento de Cristo. Cuanto más lo conocemos, lo experimentamos y disfrutamos, más de esa fragancia es impregnada en nuestro ser y es exhalada de nosotros para alcanzar a otros.


Punto clave: La obra del ministerio

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